Un viaje terrorífico con los personajes más icónicos del cómic

Un viaje terrorífico con los personajes más icónicos del cómic

Una galería de monstruos, demonios y héroes malditos que redefinieron el miedo en las viñetas.

El terror no solo habita en las películas o en la literatura. También se esconde entre las páginas de los cómics, esperando a ser descubierto bajo una lámpara tenue y en silencio. Desde los años cincuenta hasta hoy, el género ha dado vida a criaturas, antihéroes y narradores que han marcado la historia del medio.

Acompáñanos en este recorrido por los personajes de terror más emblemáticos del mundo del cómic, desde las lúgubres antologías de EC Comics hasta los demonios creados por Mike Mignola y las hordas zombis de Robert Kirkman.


El Guardián de la Cripta: el maestro de los sustos

En los años cincuenta, cuando los superhéroes parecían agotarse, EC Comics dio un giro radical: antologías de horror, violencia y humor negro.
Entre sus páginas apareció un personaje inolvidable: el Guardián de la Cripta, un narrador socarrón que presentaba historias macabras con chistes y guiños directos al lector.

Sus relatos, acompañados de portadas tan impactantes que escandalizaron a los padres de la época, provocaron la censura del Comics Code Authority. Pero el mito sobrevivió. Décadas después, regresó en la serie de televisión Historias de la Cripta y dejó una huella que llega hasta títulos como Creepy, Creepshow o Vampirella.


El Hombre Cosa y La Cosa del Pantano: horror y tragedia en verde

A comienzos de los 70, Marvel y DC decidieron que el miedo podía vender tanto como los superhéroes. Así nacieron dos leyendas casi al mismo tiempo:

El Hombre Cosa (Marvel), de Gerry Conway y Gray Morrow, con historias psicodélicas y reflexivas escritas por Steve Gerber.

La Cosa del Pantano (DC), creada por Len Wein y Bernie Wrightson, cuya verdadera gloria llegaría con Alan Moore.

Moore transformó por completo al personaje, convirtiendo su serie en una obra de horror filosófico y existencial, donde el miedo se mezcla con la poesía y lo sobrenatural. De paso, introdujo a otro ícono: John Constantine.


Spawn: el infierno hecho superhéroe

En los años noventa, el arte se rebeló contra las reglas. Todd McFarlane abandonó Marvel para fundar Image Comics y crear a su propio demonio: Spawn, un soldado asesinado que regresa a la Tierra bajo un pacto con el infierno.

Con su capa imposible, su mirada incandescente y su atmósfera gótica, Spawn se convirtió en un fenómeno visual. Aunque sus primeros números eran más espectáculo que guion, el personaje se consolidó como símbolo del cómic independiente y de una generación de lectores que buscaba oscuridad y libertad creativa.


Hellboy: el demonio con corazón humano

Si hay un nombre que define el equilibrio perfecto entre horror y belleza en las viñetas, es Hellboy.
Creado por Mike Mignola para Dark Horse Comics, este demonio rojo invocado por el Tercer Reich fue rescatado por los aliados y criado como un héroe paranormal al servicio del bien.

Entre mitologías antiguas, criaturas lovecraftianas y humor seco, Hellboy construyó su propio universo, que incluye títulos como Abe Sapien o Lobster Johnson.
Las adaptaciones cinematográficas de Guillermo del Toro lo convirtieron en un icono pop, pero el alma del personaje sigue siendo puramente gráfica: un viaje entre la oscuridad y la redención.


Rick Grimes y los muertos que caminan

Con The Walking Dead, Robert Kirkman redefinió el apocalipsis. Más allá de los zombis, su protagonista —el policía Rick Grimes— encarna la lucha por la humanidad cuando ya no queda civilización que defender.

Durante casi doscientos números, la serie exploró no solo el miedo a los muertos, sino a los vivos. El cómic se convirtió en un fenómeno cultural, impulsando una de las adaptaciones televisivas más exitosas de todos los tiempos y consolidando a Image Comics como un referente del cómic de autor.


Uzumaki: el horror se retuerce en espiral

El maestro del manga de terror Junji Ito llevó el miedo a un nuevo nivel con Uzumaki.
En este clásico moderno, una pequeña ciudad japonesa se ve lentamente consumida por una obsesión inexplicable: las espirales.
Desde caracoles gigantes hasta cabellos retorcidos y cuerpos deformados, cada viñeta es una experiencia visual inquietante y fascinante.

Ito demuestra que el terror no necesita monstruos externos: basta una idea —una espiral infinita— para desatar la locura.


Los clásicos que inspiraron todo: Drácula y Frankenstein

Antes de los héroes infernales y las criaturas mutantes, ya existían dos nombres grabados en la historia del miedo:

Drácula, el vampiro inmortal creado por Bram Stoker, que ha inspirado innumerables adaptaciones gráficas, desde las ediciones clásicas de Marvel hasta reinterpretaciones contemporáneas.

Frankenstein, el monstruo de Mary Shelley, cuya tragedia sigue siendo una de las reflexiones más profundas sobre la soledad y el rechazo.

Ambos títulos —en sus distintas ediciones gráficas — están disponibles en Catalonia Comics, donde el terror clásico y el moderno conviven en un mismo estante.

El eco del miedo en las viñetas

De los anticuados cuentos de horror a las sagas filosóficas y existenciales, el cómic ha demostrado ser un terreno fértil para el terror.
Cada uno de estos personajes —el narrador irónico, el monstruo trágico, el demonio atormentado o el superviviente desesperado— nos recuerda que el miedo es solo otra forma de contar historias.

¿Y tú? ¿Qué personaje del cómic te ha quitado el sueño?
Visítanos en Catalonia Comics —donde el terror también se lee. 👁️